El Dr. Smith es un respetable profesor
universitario conocido por sus lecciones creativas y objetivas.
Un día, él
llevó a la clase un tablero grande de tiro al blanco con una docena de
dardos.
El Dr. Smith entregó a cada uno de sus
estudiantes un papel blanco especial para que dibujaran la cara de alguien a
quien odiaban. Además, les dijo que podían pegarlo en el tablero y que cada uno podía lanzar un par de
dardos a sus dibujos. Algunos estudiantes lanzaron los dardos con tal fuerza
que sus blancos fueron rasgados. Finalmente, les pidió que cada uno
recogiera su dibujo del tablero y pidió que el último le hiciera el favor de girar el tablero y mostrarlo del otro lado. Para sorpresa de todos, del otro lado del tablero estaba un papel con la foto de Jesús. El silencio se prolongó mientras cada
estudiante contemplaba la foto desgarrada del rostro de Jesús. Los agujeros y
perforaciones habían desfigurado su rostro.
El Dr. Smith abrió su
Biblia y leyó para toda la clase el pasaje de la Biblia donde dice:
"...Lo que a uno de tus semejantes les haces, realmente me lo haces a
mí." Mateo 25:40
No hubo necesidad de más palabras; las
lágrimas corrían por los ojos de los alumnos. Ellos habían entendido el mensaje. La
ira, el enojo y el rencor no solo hieren a la persona, sino también a
Jesús.
¿Porque no apartas un minuto para pensar en todas aquellas personas a las
que necesitas pedir perdón y amar? Además, no te olvides de pedir perdón
también a Dios.
Para pensar...
Dios te bendiga.
Amado Diego.