lunes, 2 de noviembre de 2015

Abogado Defensor



1 Juan 2:1 -  Nueva Traducción Viviente (NTV)
Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo.

Cuántas veces hemos visto gente necesitar de un abogado??
En series de tv, en películas, y hasta en casos personales y familiares, de necesitar un abogado defensor para alguna causa.
Gracias a Dios, solo lo necesite una sola vez.
Estando en otro país acompañando a mi pastor Carlos Belart en un viaje para visitar otras iglesias, quería aprovechar para comprar memoria ram para mi pc (ram=memoria de una computadora) empecé a averiguar precios y justo la gente que nos había invitado tenían muchos componentes que para ellos eran viejos y me los ofrecieron, yo no necesitaba tantas cosas solo memoria ram, pero pensé, podemos armar una pc para el área en la que trabajaba en la iglesia, entonces los acepté, era casi todo para armar una pc de escritorio pero sin la caja de chapa (Gabinete).
Pensé, algún buen uso le podemos dar y lo acepté.
Cuando llegamos al aeropuerto de Córdoba, pasamos la aduana, y me piden que abra mi maleta, la abro y me preguntan que eran esas cosas que traía, le digo que eran componentes usados de pc, que me habían regalado, pero me dicen: “debemos retenerlos para valorarlos y ver si lo puede pasar sin pagar impuestos” Ok, respondí. Firme acá y denos su teléfono o dirección para enviárselos, me dijeron.
Pasaron como 3 meses y nunca me habían llamado ni avisado nada. Yo ya los había dado por perdidos.
Pero un día me llega una notificación:
Sr. Diego Amado, está acusado de contrabando y debe pagar una multa de tantos $ xxxxx. Era un dinero importante y la verdad que me asusté y me dio bronca la injusticia.
Fui a averiguar a la entidad que me reclamaba y me dijeron que podía hacer un descargo solo con un abogado.
Gracias a Dios, un buen amigo de la infancia es abogado (“El mono Nuñez”) y él se ofreció a ayudarme. (Gracias Mono!!)
Gracias a Dios, pude demostrar presentando ciertos papeles, que esos componentes eran usados, que eran un regalo y que no había actuado de mala fe. Por supuesto que tuve que renunciar al derecho de los mismos.
Pero me había asustado la idea de la multa injusta y aunque no aplicaba para este caso, me hubiera asustado mucho más si hubiera existido la chance de ir a la cárcel.
Si hay 2 situaciones que espero que Dios me libre en toda mi vida, son de los abogados y de los odontólogos. Ja ja. (Gracias a Dios tengo amigos de ambos. Al abogado Mono y al odontólogo Fer. Ja ja)
Mi caso, seguro es muy ridículo para muchos, pero quería demostrar que aunque no me guste, es importante tener un buen abogado defensor.
Los abogados, en los juicios, pueden ganar o pueden perder el caso. Eso puede significar libertad o prisión, cobrar dinero o perder dinero, limpiar tu nombre o dejarlo manchado, etc, etc.

Por eso lo que me gusta de cuando leo este versículo de Biblia es que nos recuerda de que tenemos un abogado que nos defiende que nunca pierde un caso, es el mejor abogado del mundo, siempre honesto, sin trampas, sin costo de dinero (aunque si otro costo de aceptar su trato, contarle la verdad, reconocer nuestros errores y pedirle su ayuda)
Este abogado es Jesús, el paga nuestra fianza, paga nuestra deuda y nuestra culpa, nos defiende y nos libra de todo cargo y culpa. Nos deja el legajo limpio sin antecedentes. Y nunca pierde un caso.
Gracias Jesús!!

Pero si realmente pensás que no necesitas este abogado, te dejo un versículo para pensar…

1 Juan 1:8-9  -  Nueva Traducción Viviente (NTV)

Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad; pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

Para pensar…
D.A.

miércoles, 27 de mayo de 2015

El Club 99


Había una vez un rey, que a pesar de su lujoso estilo de vida, no era Feliz.
Un día, el Rey observó a un sirviente suyo que cantaba alegremente mientras trabajaba. Esto fascinó al Rey, ¿Por qué siendo él, el Supremo Soberano de la tierra, era tan desdichado y triste, mientras que en un humilde siervo había tanta alegría?. El rey preguntó al sirviente: “¿Por qué estás tan contento?”
El hombre respondió: “Su Majestad, yo soy nada más que un sirviente, pero mi familia y yo no necesitamos demasiado – sólo un techo sobre la cabeza y comida caliente para llenar nuestros estómagos”.
El rey no quedó satisfecho con esta respuesta. Más tarde en el día, solicitó el asesoramiento de su consejero de más confianza. Después de escuchar al Rey hablar sobre sus quejas, pesares y la historia del siervo, el consejero dijo: “Su Majestad, creo que el sirviente nunca ha sido parte de El Club 99″.
“El Club 99? Y qué es exactamente eso?” Preguntó el Rey.
El consejero respondió: “Su Majestad, para saber realmente lo que es el Club 99, usted debe colocar 99 monedas de oro en una bolsa y dejarla en la puerta de la casa del Sirviente.”
A la mañana siguiente el sirviente vio la bolsa, la recogió y la llevo adentro de su casa. Cuando abrió la bolsa, dio un gran grito de alegría… ¡Cuantas monedas de oro!
Comenzó a contarlas todas. Después de varios intentos, quedó convencido de que había 99 monedas. Se preguntaba, “¿Qué podría haber ocurrido con la última moneda de oro? Seguramente, nadie dejaría 99 monedas”
Buscó por todo lugar que pudo. Quizá se había extraviado, pero no la encontró. Finalmente, agotado, decidió que iba a tener que trabajar más que nunca para ganar que moneda de oro que le faltaba y completar las 100, se puso sacar cálculo de cuanto más iba necesitar trabajar y ahorrar, haciendo horas extras para poder conseguirla.
A partir de ese día, la vida de aquel el siervo cambió. Trabajaba en exceso, se cansaba y se tornó en un horriblemente gruñón, castigaba a su familia por no ayudarlo a ganarse la moneda de oro y dejó de cantar mientras trabajaba.
Testigo de esta transformación drástica, el Rey se mostró perplejo. Cuando él buscó de nuevo a su asesor, el asesor dijo: “Su Majestad, el siervo ahora oficialmente se ha sumado a El Club 99″.
Él continuó, “Se le llama El Club 99 a las personas que tienen lo suficiente para ser feliz, pero nunca lo son, porque siempre están anhelando y luchando por esa extra y última “moneda”, las personas piensan: “sólo tengo que obtener esa última cosa y Entonces voy a ser feliz para toda la vida.” “o si yo tuviera… o fuera… entonces sería feliz para el resto de mi vida”
Podemos ser felices, incluso con muy poco en nuestras vidas, pero en el momento en que se nos da algo más grande y mejor, queremos más. Perdemos nuestro sueño, nuestra felicidad, herimos a la gente que nos rodea, y todo esto a un precio aún mayor.
De eso es lo se trata unirse a El Club 99.

¿Interesante no? Cuantos de nosotros nos hemos encontrado, que teniendo suficiente no estamos satisfechos ni agradecidos, teniendo un auto, queremos otro más nuevo, que teniendo un celular queremos otro más nuevo, que teniendo un tv, queremos otro más nuevo, ropa, sale la nueva moda y ya queremos lo nuevo y así podría nombrar muchas cosas más.
Estudié Marketing y Publicidad y recuerdo que ya solía pensar y tener una lucha interna porque había un gran debate ético sobre si el marketing generaba necesidades en las personas que antes no tenían, buscando comprar cosas que no necesariamente se necesitan.
Y también cuando veo como se amontonan riquezas en la tierra donde no vale la pena hacerlo. ¿Cuál es el equilibrio de Dios para todo esto?

Mateo 6:19-21
No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo…

Lucas 3:10-11
—¿Qué debemos hacer?
 Juan les contestó: El que tenga dos trajes, dele uno al que no tiene ninguno; y el que tenga comida, compártala con el que no la tiene.

1 Pedro 3:3-4
Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios.

Lucas 9:3-4
No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa —les dijo—.  En cualquier casa que entren, quédense allí hasta que salgan del pueblo.

A veces me pregunto: ¿¿que pensara Jesús de tanta prédica de prosperidad económica?? Y no porque no crea que Dios prospera o quiera bendecir, sino porque pienso en todo lo que dijo e hizo, como cuando dijo: Busquen primeramente el Reino de Dios y su Justicia y lo demás será añadido.

Para pensar…
Diego Amado

jueves, 21 de mayo de 2015

Poema "La Palabra" - Isaac Wimberley

Totalmente Fascinado!! 
En mi vida he escuchado un poema tan sublime como este.
El que lo creó evidentemente lo hizo en Espíritu y en verdad.
Dedicado a mis Hijos, Josi y el/la que viene de camino, para tratar de describirles que sorprendente es Jesús.