martes, 19 de noviembre de 2013

Las cosas no siempre son lo que parecen


Dos ángeles de Dios, en forma de personas, se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada.
La familia era dura de corazón y no quiso permitirles a los ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los ángeles les dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el ángel más joven preguntó ¿por qué?, el ángel más viejo le respondió, “Las Cosas no siempre son lo que parecen.”
La siguiente noche, el par de ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy buenos y hospitalarios. Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los ángeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso.
Cuando amaneció, al siguiente día, los ángeles encontraron bañados en lágrimas al Señor y a su Esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El ángel más joven estaba furioso y preguntó al Ángel más viejo, ¿cómo permitiste que esto haya pasado? El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste; el ángel más joven estaba enfadado y le recriminaba; la segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.
“Las Cosas no siempre son lo que parecen,” le replicó el ángel más viejo. “Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría.”
“Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar. “Las Cosas no siempre son lo que parecen.” 
Muchas veces en nuestra vida, las cosas no salen como lo esperamos o no son lo que parecen, gran cantidad de veces no vemos el cuadro completo, juzgamos el libro por la portada, o nos adelantamos al final de película por nuestros prejuicios y así como el ángel joven del relato, nos enfadamos, cuestionamos y no entendemos porque sucede así. Pero si amamos a Dios y tenemos Fe en su palabra, podemos confiar en que cualquier cosa que venga o suceda, será siempre para nuestro bien, aunque al principio no lo entendamos y tenga que pasar un tiempo para que podamos comprenderlo.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Romanos 8:28 - RV1960

Diego Amado.
Para Pensar...
Si te bendijo, compartilo con alguien.

No hay comentarios: