viernes, 21 de octubre de 2016

Sin Palabras



Si hay palabras para El, yo no las tengo.
Mi mente aun no ha llegado al punto
donde se podría formar un pensamiento
que pudiera describir adecuadamente
la grandeza de mi Dios.
Mis pulmones aun no han desarrollado la capacidad
de liberar un respiro con suficiente agilidad
para exhalar la grandeza de su amor.
Y mi voz, mi voz está tan inhibida,
restringida por los límites humanos,
que es difícil incluso ofrecer una alabanza.
Si hay palabras para El, entonces yo no las tengo.

Mi Dios:
su gracia es extraordinaria,
sus misericordias son incontables,
su fuerza es impenetrable.
El es honorable, responsable, favorable.
El es inescrutable pero conocible,
indefinible pero accesible,
indescriptible pero personal.
El está más allá de la comprensión,
más allá de la imaginación.
Constante a través de las generaciones,
Rey de todas las naciones.
Pero si hay palabras para El, yo no las tengo.

Mis palabras son pocas,
y tratar de capturar al único Dios verdadero
usando mi vocabulario nunca se podría hacer.
Pero yo uso mis palabras como una expresión,
una expresión de adoración a un Salvador,
un Salvador que es a la vez digno y merecedor de mi alabanza.
Así que, uso palabras.

Mi corazón exalta al Señor,
bendice su nombre por siempre.
El ha ganado mi corazón, capturado mi mente, y los ha unido.
El me ha derrotado en mi rebeldía,
me ha conquistado en mi pecado,
me ha dado la bienvenida a su presencia,
me ha invitado a entrar completamente.
Se ha hecho el objeto de mi vista,
inundándome de misericordias en la mañana,
anegándome de gracia en la noche.
Pero si hay palabras para El, entonces yo no las tengo.

Pero lo que si tengo son… Buenas Noticias!!
Porque mi Dios sabia que las palabras hechas por los hombres
nunca serian suficientes.
Las palabras son solo herramientas que utilizamos
para apuntar a la Verdad.
Así que envió a su hijo Jesucristo como LA PALABRA,
una prueba viviente.
El es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda creación.
Porque en El fueron creadas todas las cosas,
dándole forma a la nada.
Y con su palabra sostiene todo,
por el poder de su nombre.
Porque El está antes de todas las cosas,
y sobre todas las cosas El reina.
¡Santo es Su nombre!
 ¡Así que, alábalo por su vida!

La manera en que permaneció en la lucha,
el humilde Hijo de Dios
convirtiéndose en el sacrificio perfecto.
 ¡Alábalo por su muerte!

El voluntariamente se puso en nuestro lugar,
amorosamente soportó la tumba,
luchó contra nuestro enemigo,
y al tercer día se levantó en victoria!

El es todo lo que nos fue prometido.

¡Alábalo como el Rey resucitado!
Levanta tu voz y canta.
Porque un día regresará por nosotros
y finalmente nos uniremos a nuestro Salvador
por la eternidad, por la eternidad.

Así que, no son solo palabras que proclamo.
Porque mis palabras apuntan a LA PALABRA.
Y LA PALABRA tiene un nombre.
La esperanza tiene un nombre.
El gozo tiene un nombre.
La paz tiene un nombre.
El amor tiene un nombre.
 ¡Y ESE NOMBRE ES JESUCRISTO!

¡ALABADO SEA SU NOMBRE POR SIEMPRE!



Poema de Isaac Wimberley

Escuchalo subtitulado.

http://amadodiego.blogspot.com.ar/2015/05/poema-la-palabra-isaac-wimberley.html

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