lunes, 5 de abril de 2010

Que es la Pascua ?

Es el recordatorio y celebración de la resurrección de Jesús, de su sacrificio en la cruz, en lugar nuestro por nuestros pecados, el pagó nuestra deuda, se puso en nuestro lugar.

Isaías 53:5-7 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.


Escuchen la letra de este video...
Perdón Jesús y Muchas Gracias por lo que hiciste por mi!!



Si hubiese estado allí - Jesús Adrian Romero

martes, 9 de marzo de 2010

La Jaula Vacía


Había una vez un hombre llamado Jorge Thomas, pastor en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra. Un Domingo de Pascua llegó a la iglesia cargando una jaula de pájaros mohosa, doblada y vieja, y la colocó sobre el púlpito. Se fruncieron varios ceños y, a manera de contestación, el pastor Thomas comenzó a hablar.

"Estaba caminando por el pueblo ayer, cuando vi un niño joven caminando hacia mí meciendo esta jaula de pájaros. En el fondo de la jaula, había tres pequeños pajarillos salvajes, temblando de frío y de miedo. Detuve al muchacho y le pregunté, ¿Qué llevas ahí, hijo?"

"Son tan solo unos viejos pájaros," fue la respuesta.

"¿Y qué vas a hacer con ellos?" le pregunté.

"Los voy a llevar a casa y me voy a divertir con ellos," me contestó. "Voy a molestarles y a sacarles las plumas y hacerles pelear. Voy a pasar un buen rato."

"Pero te vas a cansar de esos pajarillos tarde o temprano. ¿Qué harás con ellos entonces?"

"Tengo unos gatos," dijo el muchacho. "Les gustan los pájaros. Se los llevaré a ellos."

El pastor estuvo callado un momento. "¿Cuánto quieres por esos pájaros, hijo?"

"¡Eh! Usted no quiere estos pájaros, señor. Son tan solo unos simples pájaros viejos del campo. No cantan. ¡Ni siquiera son bonitos!

"¿Cuánto?" preguntó el pastor otra vez. El niño miró al pastor como si estuviera loco y le dijo, "¿$10?" El pastor buscó en su bolsillo y sacó un billete de diez dólares. Los colocó en la mano del muchacho.

En un segundo, el niño desapareció. El pastor levantó la jaula y suavemente la llevó al final del callejón, donde había un árbol y un césped. Poniendo la caja en el piso, abrió la puerta y, golpeando suavemente los barrotes, convenció a los pájaros que salieran, liberándoles.

Bueno, eso explicaba la jaula vacía sobre el púlpito, y entonces el pastor comenzó a contar su historia.

Un día Jesús se encontró con Satanás. Satanás acababa de venir del mundo y estaba jactándose y vanagloriándose.
"Si señor, acabo de capturar al mundo lleno de gente allá abajo. Me hice una trampa, utilicé carnada que sabía que ellos no podían resistir. ¡Los agarré a todos!

"¿Qué vas a hacer con ellos?" preguntó Jesús.

Satanás respondió, "¡Me voy a divertir! Voy a enseñarles como casarse y luego divorciarse, como odiarse, ofenderse y abusarse mutuamente, como dañar su relación con los demás a causa de engaños y mentiras, como beber, fumar y dañarse la salud, maldecir y lastimar a los demás. Les voy a enseñas como ser egoístas, tramposos, como inventar las armas y bombas y que se maten unos a otros. ¡Me voy a divertir de verdad! Y voy a ver como se pierden todo lo bueno que Dios planeó para ellos…

"¿Y qué harás cuando termines con ellos?" preguntó Jesús.

"Oh, los mataré," exclamó Satanás orgullosamente.

"¿Cuánto quieres por ellos?" preguntó Jesús.

"Oh, tú no quieres a esas personas. No valen nada. Los tomarás y simplemente te odiarán y te darán la espalda. ¡Te escupirán, te maldecirán y te matarán! ¡Tú no quieres a esa gente!"

"¿Cuánto quieres por ellos?" preguntó nuevamente.

Satanás miró a Jesús y, mofándose, dijo, "Todas tus lágrimas y toda tu sangre."

Jesús dijo, "¡HECHO!" Entonces Él pagó el precio.

El pastor levantó la jaula, abrió la puerta, y se fue del púlpito.

Jesús pagó un alto precio por mí y por vos, el precio de nuestros pecados, para que vos y yo tengamos libertad…libertad para seguirlo, para que nos vaya bien y disfrutemos de la vida.
Solo abrile tu corazón a Jesús y aceptá que Él pague el precio de tu libertad…


¿No es injusto que simple le resulta a las personas hablar pestes de Dios y entonces preguntarse por que el mundo está yendo hacia el infierno?
¿No es injusto como creemos lo que nos dicen los periódicos pero cuestionamos lo que la Biblia dice?
¿No es ilógico como todo el mundo quiere ir al cielo siempre y cuando NO tengan que creer, pensar, decir o hacer nada de lo que la Biblia dice? ¿o es irónico como alguien puede decir "yo creo en Dios" y negarlo con sus actos.
¿No es impresionante como podés enviar mil chistes a través del correo electrónico y se riegan como fuego en un bosque, pero cuando empieza a enviar mensajes relacionados a Dios las personas lo piensan dos veces antes de compartirlos?
¿No es impactante como las imágenes crudas, vulgares y obscenas viajan libremente por el ciberespacio, pero la discusión pública de Jesús es suprimida en la escuela y el trabajo?
¿No es decepcionante como alguien puede estar tan "emocionado" para Cristo el domingo, pero convertirse en un cristiano invisible el resto de la semana?
¿No es preocupante como cuando vayas a enviar este mensaje no lo enviarás a muchas personas de tu lista de direcciones porque no estás seguro en lo que ellos creen, o en qué pensarán de ti por enviárselo?
¿No es gracioso como puedo estar más preocupado acerca de lo que otras personas piensan de mí que lo que Dios piensa de mí?
¿Quién pasará este mensaje hacia adelante?

lunes, 11 de enero de 2010

Para comenzar el 2010


Estaba en la Universidad en 1968 cuando el senador de los Estados Unidos, Robert Kennedy, fue asesinado. Una famosa frase que él había citado de George Bernard Shaw hizo una impresión muy profunda sobre mí. Saltó desde las páginas del diario hasta mi corazón. “Algunos hombres ven las cosas como son y dicen: ¿Por qué?, Yo sueño con cosas que nunca fueron y digo, ¿Por qué no?” Esa declaración describe un liderazgo efectivo.
Los líderes en todas las áreas de la vida tienen características distintivas. Una de ellas, comunes a todos, es la visión.
Los líderes ven la vida cómo podría ser. Siempre ven un poco más adelante, un poco más que aquellos que lo rodean. El mundo dice: “Tengo que ver para creer”. El líder dice:” Tengo que creer para verlo”.
Las multitudes sacuden sus cabezas en desesperación y murmuran: “Es la hora más oscura de la humanidad”. El líder todavía en medio de la oscuridad dice: “La hora más oscura siempre es la anterior al amanecer”.
El perdedor ve el trabajo que necesita ser hecho y se excusa cuando dice: “Mi pequeño aporte no hará diferencia, la tarea es demasiado grande”.
El ganador mira el mismo trabajo que hay que hacer y dice: “He aquí una gran oportunidad, haré mi parte para lograr el éxito”.
Los seguidores ven el arduo trabajo que deben resistir para llegar a subir a la montaña del éxito. Los líderes ven el éxito de subir la montaña del arduo trabajo.
Muchas personas ven el problema en cada situación. Por lo tanto, concentran su pensamiento sobre los problemas y la posibilidad del fracaso.
Los líderes ven el potencial en cada situación. Por lo tanto, concentran su pensamiento sobre el potencial y la posibilidad del éxito.
Es posible que dos personas miren el mismo objeto y vean cosas diferentes. Mientras que nuestra vista física es muy importante, nuestra vista mental lo es igualmente.
¿Por qué será que agendamos revisaciones periódicas de nuestra visión física y no de nuestra visión mental? La última vez que visité a mi oculista me revisó y dijo que tenía un poco de hipermetropía (visión a distancia); yo le respondí: “¡Alabado sea el Señor!”
Si iba a tener problemas de visión que fueran por visión a distancia y no por visión corta.
John C Maxwell
“Donde no hay visión, el pueblo perece”. Entonces, es correcto concluir que donde hay visión el pueblo no perecerá. Proverbios 29:18
Renuevo de Plenitud

“Es imposible conseguir resultados distintos haciendo siempre lo mismo” Albert Einstein

Te animo a que en este nuevo año que comienza te atrevas a soñar, y que puedas hacer cosas distintas para conseguir resultados distintos. Que este año 2010 pasemos de ser personas que ven problemas a ser personas que plantean soluciones, a tener una mentalidad de expectativa, de creerle a Dios que algo bueno está por hacer…
Yo sueño con un mundo mejor, con personas volviendose a Dios.
Por el momento, me animo a plantear la mejor solución: “Jesús”, el hijo de Dios, ¿lo conocés? Él es la solución…
Diego Amado.

lunes, 28 de diciembre de 2009

NAVIDAD


Un profesor de psicología le dio a sus estudiantes un examen de asociación de palabras.
Les dijo que escribieran lo primero que les viniera a la mente tan pronto como él dijera cada palabra. Por ejemplo, si decía «conversación», podían escribir «teléfono» o «diálogo».
Una de las palabras de ese día causó diversas reacciones y asociaciones sumamente interesantes. La palabra era «Navidad».
Estas fueron algunas de las palabras que asociaron con la Navidad: cohetes, fiesta, lechón asado, baile, licor, regalos, árbol y luces. Entre todas las asociaciones no hubo ninguna referencia a Jesucristo, ni siquiera a su nacimiento.
La verdad es que muy poco de lo que hacemos hoy día se asocia con lo espiritual. Muy pocas de nuestras actividades tienen alguna relación con lo divino. Muy pocos de nuestros pensamientos abordan lo espiritual.
Nos sorprendemos cuando alguien afirma que es ateo. Nos enojamos cuando alguna persona ridiculiza las cosas religiosas. Sin embargo, guardamos muy poca relación con lo espiritual. Claro que de cuando en cuando vamos a la iglesia, quizás una vez al mes o hasta una vez a la semana. Pero muchas veces lo hacemos para salir de una exigencia social.
Desde luego que buscamos a Dios en los momentos de tragedia, pero esto también viene a ser un acto de último recurso, cuando no nos queda otra esperanza en la vida. Mientras tenemos buena salud y disfrutamos de popularidad, mientras nuestros amigos nos acogen y todo nos va bien, no buscamos seriamente a Dios.
Así que aquellas asociaciones con la palabra «Navidad» revelan algo que se expresa en todas las facetas de nuestra vida.
Si aquel profesor les hubiera dicho la palabra que pusimos como ejemplo, «conversación», habría escogido una de las palabras que más debiéramos asociar con la Navidad. Porque a los ojos de Dios, lejos de representar cohetes, fiestas, lechón asado, baile, licor, regalos, árbol y luces, la Navidad fue el principio de un nuevo diálogo que entabló Él con nosotros.
Esa primera Nochebuena, Dios el Padre, mediante el nacimiento de su Hijo Jesucristo, reparó la línea de comunicación con nosotros que se había cortado a fin de que pudiéramos restablecer con Él la comunión que habíamos perdido. De modo que ahora todos podemos tener comunión íntima y constante con Dios.
Él está esperando que respondamos a la llamada celestial que nos hizo por medio de su Hijo. Pues es mediante esa conversación que restablecemos la conexión y mostramos que comprendemos el verdadero sentido de la Navidad.
Carlos Rey - www.conciencia.net
Este día es una oportunidad para reflexionar sobre el más grande amor demostrado hacia la humanidad. El amor eterno de Dios.
"De tal manera amó Dios al mundo, que envió a su único Hijo, Jesucristo, para que todo aquel que en él crea no se pierda, más tenga vida eterna" Juan 3:16.
FELIZ NAVIDAD para todos !!
Diego Amado

viernes, 6 de noviembre de 2009

El verdadero Valor


Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte ahora, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- Eee... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado - más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.
- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-
. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo:
una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano
izquierda.

Muchas veces en la vida, dejamos que otras personas, ya sean amigos, familiares, compañeros de estudio, o pensamientos que vienen a nuestra mente nos digan equivocadamente el valor que tenemos, dejamos que nos menosprecien y nos sentimos de poco valor.
Nunca debemos dejar que las personas, circunstancias o pensamientos nos digan cual es nuestro valor, el único experto que realmente sabe cuanto valemos es el que nos creó: “Dios”.
Y para Él, cada uno de nosotros somos una joya única y valiosa. Tanto nos valora Dios, que pagó un alto precio para rescatarnos, entregó la vida de su hijo Jesús para salvarnos.
Jesús, pagó por nosotros el más alto precio, le costó nada menos que derramar toda su sangre con la muerte en la cruz. Nadie nos valora tanto como nos valora Dios.
Nadie, excepto Él, ha pagado ese precio por mí y seguramente tampoco nadie ha pagado tan alto precio por vos.
Nunca dejes que nadie te devalúe y te confunda con cual es el verdadero valor de tu vida.

Juan 3:16-17 "Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él”. (Biblia - DHH)

jueves, 15 de octubre de 2009

Brian Welch - Ex integrante de Korn


Te hago un desafío... Este es el relato de Brian Welch, ex integrante de la Banda "Korn", de como conoció a Jesús.
El desafío es el siguiente: ¿A ver si encontras quien es Eric en este video? ¿Que función cumplió para con Brian? ¿Que hizo Eric por Brian?





Bueno, si entendiste bien la consigna, te habrás dado cuenta de que Eric era un amigo o conocido de Brian, (era el que le manejaba el dinero y las inversiones, el Broker) pero a lo que me refiero, es que Eric fue el que le habló de Jesús a Brian, el que le dijo: “lo que vos necesitas es a Jesús” no hace falta mucho conocimiento para poder decirle esto a alguien, y tampoco hace falta que a la persona que le hablemos de Jesús este tocando fondo como el ex guitarrista de Korn, no tiene que estar hundido en las drogas y el alcohol o la delincuencia, muchas veces podemos tener conocidos, amigos, compañeros de estudio o de trabajo que bajo una sonrisa ocultan un vacío interior que solo Jesús puede llenar. Y lo que Eric hizo fue ayudar a Brian a encontrarse con Jesús.
Vos podes ser el Eric para alguien que lo este necesitando…
(Espero que te sirva Para Pensar en alguien que lo este necesitando)
D.A.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Orar


TEACHER: Now, Simon, tell me frankly, do you say prayers before eating?
SIMON: No sir, I don't have to, my Mom is a good cook.

Esta pequeña conversación me llego en un mail gracioso que me pasó mi gran amigo Roger de México. Según dicen, esto de verdad sucedió, ja ja

Maestra: Ahora, Simón, dime honestamente, ¿tú oras antes de comer?
Simón: No Señora, no necesito hacerlo, mi mamá es una buena cocinera.

Me dio mucha gracia cuando lo leí, el niño piensa que si su mamá no supiera cocinar bien él debería orar porque estaría en un problema, pero como ella sabe cocinar bien, entonces él cree que no debe orar ja ja.
Esta historia refleja lo que muchos piensan de la oración, muchos ven la oración como si esta fuera una aspirina, algo que se usa solo cuando tenemos un dolor o problema y cuando no se presenta algún problema pueden pasar meses en los cuales no la usamos.
Pero no debemos ver a la oración de esa manera, orar es sencillamente “hablar con Dios” y es algo que necesitamos hacer diariamente y en todo momento, no solo cuando estamos en problemas, dolor, o en alguna situación que nos preocupa.
Y aunque hablar bien profundo de la oración podría llevar mucho tiempo, solo quiero hacerte pensar algo.
A través de la oración nos comunicamos con Dios, y es la manera en que desarrollamos nuestra relación con Dios, es el medio por el cual desarrollamos comunión con Dios, no podríamos hacernos amigos de alguien si nunca conversamos con esa persona, o no podríamos ponernos de novio/a y casarnos si nunca hablamos y pasamos tiempo con la persona que queremos compartir nuestra vida.
La oración no solo existe para pedir, sino también para adorar, alabar a Dios, para agradecer, para fortalecernos, para encomendarnos, para pedir dirección, para hacer guerra espiritual, para contarle nuestros anhelos, y situaciones a Dios.
El mismo Jesús siendo el Hijo de Dios en carne oraba a Dios Padre para estar en comunión, agradecer, encomendarse, recibir dirección, pedir, adorar, etc.
Jesús nos dejó un ejemplo de oración (entre muchos otros), un modelo, no para que lo repitamos como loro, sino como un modelo para que nos sirva de ejemplo.
Dios quiere que hablemos con Él, Él nos adoptó como Hijos por medio de Jesús, le agrada que lo tratemos como Padre y tengamos comunión por medio de la oración.
También Jesús dijo que no hay mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos y Él dio su vida por nosotros y quiere que lo tratemos como amigo. ¿Que pensarías si decidieras donarle un riñón a un amigo tuyo para salvarlo y tu amigo nunca te agradeciera, ni pasara a saludarte y nunca pasara tiempo con vos y estuviera siempre con otras personas? ¿Y si en lugar de un riñón hubieras dado tu vida en una cruz? ¿Que esperarías de tu amigo?
Dios no quiere tus repeticiones, Dios quiere tu amistad, él quiere tener una relación con vos, demostrarte que te ama y que quiere lo mejor para vos.
Dios te esta esperando para escucharte, guiarte, ayudarte, darte fuerzas, solo estás a una conversación sincera de distancia…


Mateo 14:23 Cuando toda la gente se había ido, Jesús subió solo a un cerro para orar. Allí estuvo orando hasta que anocheció.

Marcos 1:35 En la madrugada, Jesús se levantó y fue a un lugar solitario para orar.

Lucas 5:15-16 Jesús se hacía cada vez más famoso. Mucha gente se reunía para escuchar su mensaje, y otros venían para que él los sanara. Pero Jesús siempre buscaba un lugar para estar solo y orar.

Lucas 18:1 Jesús les contó una historia a sus discípulos, para enseñarles que debían orar siempre y sin desanimarse.

Mateo 26:41 No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas".

Lucas 22:40 (Jesús) Al llegar al lugar, les dijo: --Oren, para que no caigan en tentación.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Ricardo Montaner


Hoy está Ricardo Montaner en el Estadio Orfeo en Córdoba, y aunque me gustan varios de sus temas, no soy un gran admirador de su “estilo musical”, pero debo reconocer que lo admiro mucho, mi admiración no viene por el lado musical, sino porque me parece un gran siervo de Dios, misionero y evangelista. Seguro estas pensando que me equivoqué de persona, pero NO, hablo de Ricardo Montaner.
En cada ocasión que lo veo en la televisión, en la radio o en los diarios lo escucho hablar de Jesús, sin religiosidades, sin recitar RV1960, sin muletillas de púlpito, sin vestimenta ni peinados evangélicos, y sin nada de costumbres, tradiciones y ritos sin sentido, dígale al del al lado: “ritos sin sentido”, huy la costumbre me traicionó. ja ja.
Me parece que realiza una gran tarea evangelística aprovechando cada oportunidad que Dios le presenta para que la gente pueda conocer del amor de Jesús.
En ocasiones pienso que realiza mucho más que gran cantidad de personas que tienen el “título” de predicadores y evangelistas.
A veces, creo que Dios tuvo que buscar a gente como él, como Juan Luis Guerra y otros tantos (que no están atados a estructuras y tradiciones) para poder acercarle el evangelio a la gente, ya que muchos otros se quedan en la iglesia (edificio) esperando para ver si la gente se acerca sola al evangelio, que solo se ofrece en la iglesia (edificio) como si esta tuviera un monopolio.
Además, creo que Montaner habla del evangelio como lo enseñó Jesucristo, como una relación con Dios, como un estilo de vida y no solo como una costumbre de domingo (como si fuera la costumbre de algunas familias de comer pasta, asado o de ir a la cancha a ver un partido, solo por costumbre)
Poco conozco de su vida privada, pero pienso que debe ser ordenada ya que las personas famosas siempre están rodeadas de prensa amarillista buscando en su vida íntima, viendo que pueden decir de ellos.
Seguramente habrá personas que dirán que Dios no puede usar a alguien que usa pelo un poco largo, traje sin corbata, muñequeras y zapatillas estilo John Foos pero le pido a Dios que mantenga fuerte su ministerio y que levante mucha más gente como él en todas las áreas: empresas, política, cultura, deporte, ciencia, etc.
Creo que es la clase de cristianos creíbles que necesita la sociedad moderna. Si él quisiera podría no hablar de Dios, él se hizo famoso y obtuvo mucho dinero por cantar antes de conocer a Jesús, y cuando ahora habla de Dios, la gente percibe que lo hace realmente de corazón, y no duda en cuanto a su motivación.
¡Es un cristiano creíble! Y eso no se gana yendo todos los días a la iglesia (edificio) sino viviendo como Jesús dijo que teníamos que vivir, sin tanto protocolo ni ceremonial, siendo más genuinos y auténticos, a pesar de nuestros errores, aun cuando Dios está obrando en nosotros y sigue trabajando para que seamos más parecidos a su hijo Jesús.

jueves, 27 de agosto de 2009

Lo he intentado muchas veces...


Estaba Jesús a orillas del lago de Genesaret, y la gente lo apretujaba para escuchar el mensaje de Dios.
Entonces vio dos barcas que los pescadores habían dejado en la playa mientras lavaban las redes.
Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó, y enseñaba a la gente desde la barca.
Cuando acabó de hablar, le dijo a Simón: Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echad allí las redes para pescar. —Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada —le contestó Simón—. Pero como tú me lo mandas, echaré las redes.
Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían.
Entonces llamaron por señas a los compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse.
Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:—¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador! (Lucas 5:1-8 – La Biblia-DHH)

Muchas veces, como cuenta este relato, nos sentimos desanimados, estamos cansados de lucharla, agotados, a punto de abandonar nuestra meta, el objetivo, o el sueño que perseguimos.
Es ahí cuando alguien nos da una palabra de animo o de aliento (que viene de parte de Jesús) y nosotros contestamos con nuestra mente o con nuestra boca: “Ya lo hemos intentado durante bastante tiempo y no ha pasado nada”, “hemos trabajado duro y no hay resultados” como le respondió Pedro a Jesús, pero lo que sucede, es que lo hemos intentado solo con nuestras fuerzas y con nuestra sabiduría, y no con la ayuda y la sabiduría Divina. Dios quiere que dependamos de Él, que lo busquemos, lo necesitemos, y lo reconozcamos como Dios, como creador, dueño y soberano de todas las cosas.
El relato cuenta que los pescadores, entre ellos Simón Pedro, estaban en la orilla lavando las redes, esto se debe a que los pescadores cuando terminan su día y ya están por irse a su casa lavan las redes para dejarlas listas para el otro día, ellos no habían conseguido nada en toda la noche, y dice que habían trabajado duro, ellos conocían como hacerlo debido a que era su profesión, y muchas veces sentimos a pesar de haber trabajado duro que ya no vale la pena seguir intentando, que ya no queda otra que lavar las redes e irnos, que lo hemos intentado todo…
Pero fue en ese momento que vino Jesús y le pidió prestada la barca para enseñar desde ella, y luego de que enseñó le dijo que tiraran la red de nuevo en otra zona y sucedió el milagro.
Acá hay varios puntos o principios que quiero resaltar y que debemos imitar:
1) La actitud de Pedro de ser paciente…
El podría haberse negado, estaba fastidiado por no haber conseguido el resultado que quería, cansado por haber trabajado toda la noche y si no hubiera tenido paciencia se hubiera perdido el milagro
2) La predisposición para escuchar la enseñanza…
Pedro se quedó y escucho la enseñanza, muchas veces para que Dios pueda obrar primero tenemos que escuchar sus enseñanzas, mucha gente quiere milagros pero no quiere enseñanzas ni aparta tiempo para ir a escucharlas.
3) Fe…
Cuando Jesús le dijo que echaran de nuevo las redes, Pedro podría haberse negado por causa de la falta de FE. Podría haber dicho: “no tiene sentido ya le hemos intentado mucho tiempo” pero como tuvo FE lo intentó otra vez.
4) Obediencia…
Pedro obedeció a Jesús cuando le dijo que echara de nuevo las redes y en donde tenía que hacerlo.
Jesús dijo, “lleva la barca a aguas mas profundas y echa allí las redes” y Pedro respondió: “Porque vos me lo decís Jesús, voy a echar las redes”.
5) Reconoció a Jesús como hijo de Dios…
Los judíos debían arrodillarse solo ante Dios, por eso al arrodillarse lo reconocia como hijo de Dios.
6) Y reconoció sus pecados ante Jesús…
Pedro le dice a Jesús, “soy un pecador”, señal de arrepentimiento, que es lo que Dios busca y espera de nosotros, ya que todos somos pecadores y solo por medio de Jesús podemos obtener el perdón para reconciliarnos con Dios Padre.
Diego Amado.